Los aglomerados urbanos conforman y presentan conflictivas sociales de los modos diversos. Dígase ciudad o urbe, se plantean realidades socio-espaciales cambiantes, que en la actualidad despliegan distintas realidades, sostenidas en una lucha de discursos de poder. Malestares entre los sujetos, los grupos, sectores, clases, que se ven influidos por las geografías y la arquitectura de la ciudad. Estamos pensando así en la vida en la ciudad como una encrucijada en las cuales las calles, rutas, puentes, vías de paso, son pensados como canales donde se pone en juego intereses y reclamos de los individuos y agrupaciones. La vida en la ciudad es característica en sí misma, variando en cantidad de habitantes, en su diagramación, en las políticas urbanas, etcétera, que tendrán resonancias en la convivencia, en las representaciones sociales, en las asignaciones de sentidos, en el acceso a derechos e intereses.
Se propone entonces un debate, una discusión en torno a modos de afrontar el reclamo social y su conflictiva en el marco espacial de las ciudades de Argentina. Es pensar a la ciudad en su variante de espacio político donde se despliegan discursos, pugnas de poder, luchas y reclamos de individuos, sectores y grupos. Espacios a los que la protesta social se adapta, y donde las autoridades buscan crear una regulación, que sin dudas, sostendrá algún tipo de interés de ciertos grupos de poder dominantes.
Con estas variables en cuenta se desplegará a continuación un abordaje de la conflictiva desde una lectura psicosocial. De la lectura de cuatro proyectos de ley de regulación de la protesta social se ha de elaborar aquí una serie de reflexiones en las que se problematizan las características de cada uno de ellos. Se plantearán dificultades de aplicación a nivel normativo y/o socio políticos; haciendo hincapié en factores de índole psicológica que podrían estar en juego de fondo, como variables inevitables a la hora de pensar los vínculos sociales y políticos de los sujetos parte de una comunidad. Desde el modo de presentación que aquí se plantea, se piensa necesario realizar un recorrido por cada uno de los proyectos presentados. Revisando las propuestas en un orden –desde una lectura propia- de mayor penalización de la conducta hasta arribar al concepto de mediación obligatoria. Paso siguiente será presentar un desarrollo más pormenorizado del concepto de mediación conjuntamente a la denominada intervención penal mínima.
Se cree relevante esta temática seleccionada, ya que desde la ciencia psicológica es factible intervenir con aportes que logren complejizar y observar cuestiones que ahonden profundamente y no se ciernan puramente a lo manifiesto. El juego de poder en todo esto queda demarcado como en toda decisión política en una comunidad; entonces es la mirada clínica y la ética de nuestra profesión la que podría signar de un modo diferencial aquellas decisiones que un grupo pueda implementar o proponer. Los discursos de poder están plasmados -y eso trabajaré aquí– en los proyectos de ley que se analizarán a continuación. Desglosar estas estructuras es un primer paso a fin de no acallar voces y no ser parte –con el silencio o una posición “apolítica”– de un modelo que anule, someta y controle en base a intereses mezquinos a sectores postergados históricamente en nuestra región.
Se plantea aquí una problemática social en la cual al profesional de la psicología se le presenta un campo en el cual puede intervenir a la hora de generar formas de participación más activas, comunicativas y responsables por parte de los sujetos; a la par de una labor de contención comunitaria. Favorecer a través de distintas herramientas, según sus saberes científicos la reducción de riesgos existentes en estas situaciones conflictivas. Pensar al psicólogo forense en un rol de mediador, efector y planificador que permita el diálogo y la comunicación entre los distintos grupos de la comunidad a fin de llegar a una resolución posible que respete la subjetividad y derechos de todos los sectores.
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Desde la lógica punitiva hacia el concepto de la mediación del conflicto
ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE PSICOLOGÍA JURÍDICA Y FORENSE